Si estas pensando aventurarte en el mundo del tatuaje pero no sabes por donde empezar, has llegado al lugar correcto.
Roma no se construyo en un día, y tu tampoco te convertirás en tatuador en un abrir y cerrar de ojos, tener una maquina y saber dibujar no te hace un tatuador, pero la dedicación y el trabajo duro si te convertirán en un buen artista.
La importancia de saber dibujar:
Para ser un buen tatuador es imprescindible que sepas dibujar, pero más allá de esto debes potenciar tu lado creativo; si te limitas a calcar plantillas o copiar diseños de otros artistas tus clientes no durarán. Seas un tatuador principiante o lleves años en la industria, nunca dejes de practicar, saca adelante tus propios diseños o ensaya nuevas letras pero nunca dejes de dibujar.
Tatuar no es como dibujar:
si, es necesario que sepas dibujar, pero hay una diferencia enorme entre sostener un lápiz y sostener una máquina. Antes de ser tatuador debes ser aprendiz, dejar que aquellos artistas que llevan mas tiempo en esta profesión te enseñen las distintas técnicas para tatuar, los instrumentos eléctricos y mecánicos que debes manejar, los requisitos higiénico-sanitarios básicos y algo de historia del tatuaje.
Antes de saltar del papel a la piel, trata de haber practicado en otras superficies, como piel sintética, no querrás llenar tu cuerpo o el de tus amigos de ensayos si no estas 100% seguro de lo que estas haciendo.
Consigue tu propio equipo:
Necesitarás una máquina, agujas, pigmentos, fuentes de poder, desechables… Debemos admitir que no es una profesión económica para alguien que apenas esta empezando, pero no te desanimes, consigue tu kit de tatuaje y poco a poco ve mejorando tu equipo.
Se organizado:
Si vas a hacer del tatuaje tu profesión, debes tratarlo como tal, fíjate horarios para practicar, para diseñar, para atender clientes e inclusive para divertirte. También es muy importante que mantengas tu área de trabajo organizada y limpia, siguiendo todas las normas sanitarias.