Una de las primeras cosas que aprendes cuando comienzas a practicar con una máquina de tatuaje es que hay muchas maneras de introducir la tinta en la piel, de hecho se puede conseguir con cualquier objeto punzante, como se usa en el poke tattoo.
Hoy en día, tenemos la máquina de tatuaje para cumplir esta función. Increíblemente, las máquinas, tal como hoy las conocemos, se basaron en un invento de Samuel O’Reilly por allá en el siglo XIX quien patentó la primera máquina. A nivel de forma, esta se parecía a la moderna rotativa, pero su sistema es como la de bobina.
El equipo de tatuaje
Para que el sistema funcione necesitaremos la herramienta en sí, y el modo para hacerla funcionar, es decir una conexión eléctrica que podamos controlar de forma ágil a nuestro antojo. Para esto sirven la fuente de alimentación y el pedal.
En la fuente se convierte la corriente en continua y se calibra la intensidad del voltaje que damos a nuestra máquina, la electricidad pasa por un cable que llamamos clip-cord hasta la máquina.
La intensidad debe ser distinta para los trazos, para el relleno o el sombreado. Hay fuentes que disponen de distintas entradas para varias máquinas y memorias para las intensidades, de modo que podamos dejar ya programada la intensidad para cada tipo de trabajo e incluso las máquinas y pedal conectadas antes de empezar a tatuar. Las más básicas sólo cuentan con una entrada para el pedal y otra para el clip-cord de modo que para cada tipo de trabajo deberemos calibrar nuestra fuente. Otra señal para saber para cuanto tiempo de funcionamiento está pensada nuestra fuente es si está o no ventilada. Normalmente si se les va a dar muchas horas de uso (profesionales) serán ventiladas.
El pedal es nuestro interruptor, va directamente conectado a la fuente y nos sirve para controlar la corriente que va a la máquina de tatuaje.
¿Por Qué necesitamos fuente?
La electricidad que nos llega desde el sistema eléctrico es 120V alterna, esto quiere decir que van llegando impulsos eléctricos intermitentemente. Puede ser que estos no sean del todo regulares o que el propio sistema eléctrico general tenga fluctuaciones que afectarán al comportamiento de nuestra herramienta. La función de la fuente es convertirla en corriente continua de 12V. Además de estabilizar, de este modo el flujo eléctrico que llegue a la máquina será siempre el mismo y conseguiremos unas líneas regulares (si las hacemos como es debido claro está).
La máquina en sí
Las máquinas de tatuar se han ido desarrollando y mejorando durante a lo largo de la historia. Encontramos dos grandes tipos de máquinas: las de bobinas y las rotativas.
Las máquinas están formadas por el cuerpo y la empuñadura.
El cuerpo:
Formado por el marco que contiene las bobinas (o el motor en el caso rotativo) los flejes, el front binding post (la barra de metal de arriba con un tornillo que la atraviesa, que a su vez esta formada por otras piezas), el tornillo de contacto, el martillo, los contactos (o conectores) y el pequeño circuito eléctrico que los une. Además de sus fijaciones correspondientes. En su parte inferior se fija la empuñadura, mediante una “argolla” y un tornillo que las sujeta al cuerpo.
Todas las máquinas con sistema de bobinas tienen 2 bobinas situadas dentro del marco; En realidad son dos cilindros de metal recubiertos por un filamento de cobre que les da vueltas y vueltas hasta el grosor que es necesario para que la energía que se cree haga funcionar nuestra herramienta. Están unidas por unos cables a los conectores del marco haciendo uno masa (directamente al marco) y el otro al brazo resorte, que dará la energía a nuestro pequeño circuito.
Estas trabajan como un electro-imán. Eso significa que atraen a la pieza de metal del martillo contra ellas, al cerrar el circuito la electricidad para, entonces el martillo se vuelve a separar de éstas, creándose el movimiento del martillo.
Por otro lado, las rotativas se trata de el eje del motor conectado a una polea y está conectada al martillo (no hay electro-imán sino transmisión directa del movimiento).
La empuñadura:
Compuesta por el grip, la punta y la aguja. Esta parte se monta y desmonta para cada tatuaje y se cambia según el trabajo a realizar. Esta parte es la que va directamente a estar en contacto con sangre por eso es muy importante que se pueda desechar o desinfectar en autoclave.
Articulo tomado de Sangitinga